Lo admito,

- Aún la distancia, nunca dejare de coger tu mano.

Tu, fuiste la que me enseño a andar, la que impedio que tropezara.

Conseguías hacerme reír hasta en los peores momentos.

Tu cálida voz, más dulce que la miel. Hacía que todo fuera posible, y que lo peor de este mundo no existiera, pues no abría lugar para el mal en nuestros corazones.

Con tus palabras, hacías que me sintiera mejor persona, me hacías ver que serbia para algo y que mi vida tenía sentido.

Tus sinceros ojos, al reflejarme en ellos ,conseguí ver a una luchadora, pues ante todo, dio la vida por lo que mas quería, sus hijos, y más importante haun, por su familia.

Me conformo con disfrutar todo los momentos que pase agarrada de tu brazo.La verdad es que no sabría qué hacer, ni a quién acudir, si tu no estuvieses a mi lado. Me aterra la idea de que algún día nos separen, pues no sabré como despegar, ni como aterrizar.

Aún que vayan pasando los años, te prometo que no cambiare. En mi interior seguiré siendo esa niña inocente. La cual al principio disfrutaba cuando oía tus cuentos, mas tarde con tus historias, y ahora mas han, con tus opiniones. Poco a poco, voy sabiendo mas de este complicado mundo. Y si algo se, es que tengo suerte de que me haya tocado una abuela como tú. Poca gente es afortunada de eso, de poder confiar en ti, de llorar en tu hombro, de reír hasta llorar de alegría, y de que les enseñes lo que es realmente la vida.

Tú me has enseñado, la vida más feliz no la tienen los ricos, ni los famosos,,…La puede tener hasta la persona más pobre y miserable del mundo, porque lo importante no es como, ni donde la vivas, sino con quien. La gente que te rodea, el cariño, el amor, el calor, eso no te lo da el dinero, ni la fama,..te la dan la familia, los amigos, tú.