domingo, 9 de octubre de 2011

La dulce libertad.



No es estar atado a nada.
Es una forma de vida, a la cual no hay normas, no hay obligaciones, no hay horarios, es hacer lo que a uno le apetezca en cada momento, sin meterse con lo ajeno.
Es una sensación que te hace sentir viva, pues nadie está a cargo de ti, puedes pensar lo que quieras, actuar como quieras y ser el tipo de persona que prefieras.
La verdadera libertad, solo la tienen los animales, ya que ellos no tienen ningún tipo de obligación, no conocen los limites, simplemente se dejan guiar por el instinto.
En cambio, aquellos que no conocen esta sensación son los presos que viven en  prisiones entre celdas y barrotes, están ahí encerrados, aparte del mundo, viendo la vida pasar y anulándose como personas.

1 comentario:

  1. Si no somos como somos, nunca llegaremos a ser lo que somos.. ¿verdad?
    Enhorabuena por el blog, la primera vez que me paso, pero me a gustado, te seguiré.
    Un beso y pásate!

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